Por que el padecer algún tipo de intolerancia no tiene por qué estar reñido con comer cosas buenas y vamos a demostrarlo hoy con una fantástica tarta de vainilla sin lactosa. Un bizcocho suave, esponjoso, lleno de sabor que junto con el frosting de margarina vegetal hacen una combinación que nada tienen que envidiar a las que llevan lactosa. Animaros a realizarla y os sorprenderéis!

INGREDIENTES PARA EL BIZCOCHO:
200 gr de harina
200 gr de azúcar
200 ml de aceite de girasol
4 huevos
Esencia/ aroma de vainilla (yo utilizo el de Dr. Edquer, 1 tubito)
2 cucharaditas de levadura química (Royal)
ELABORACION:
Mezclaremos el azúcar, el aceite, la vainilla y los huevos.

Lo batiremos con robot de cocina o con la batidora de varillas hasta que esponje y blanquee la mezcla.
Tamizaremos la harina junto la levadura y se la incorporaremos a la mezcla anterior.

Nos limitaremos a mezclar con movimientos envolventes hasta que este bien integrado todo.

Untaremos con mantequilla un molde de 22-24 cm y enharinaremos quitando el exceso y echaremos nuestra mezcla de bizcocho.
Lo meteremos al horno precalentado a 180°c unos 30-40 minutos, una vez pasado el tiempo, si al pincharlo el cuchillo sale limpio lo dejaremos enfriar sobre una rejilla.
FROSTING:
400 gr de margarina vegetal (Flora Gold por ejemplo)
350 gr de azúcar glas
Unas gotas de esencia de vainilla
Mientras se enfría el bizcocho prepararemos nuestro frosting mezclando la margarina, el azúcar glas y la vainilla (esencia o aroma, líquido o pasta) hasta no quede una crema fina y homogénea.

MONTAJE:
Una vez frio lo desmoldaremos e igualaremos para que la tarta nos quede lo mas bonita posible.

Pasaremos a abrirlo por la mitad y lo calaremos con un almíbar de vainilla ( os recuerdo misma cantidad de azúcar y agua y un poco de vainilla, hervir por 5 min y dejar enfriar ) y le echaremos una capa de mermelada de fresa (casera o comprada, como prefiráis ) y encima una capa de nuestro frosting.

Una vez extendido cubriremos con la otra parte de bizcocho que también calaremos con el almíbar.
Y procederemos a cubrir el resto de la tarta con el frosting dejándola lo mas lisa posible.
Ahora dar rienda suelta a vuestra imaginación, nosotros decoramos con crocanti de almendra, rosetones de frosting y frambuesas.
Tiene buena pinta, verdad? Pues está mejor todavía.
Realmente deliciosa!
