Hoy vamos a preparar pestiños, un dulce de toda la vida que no defrauda, en sus dos versiones, azúcar y miel. ¿Cual os gusta más?
INGREDIENTES:
250 g de harina común
75 ml de vino blanco (en nuestro caso usamos champan)
75 ml de aceite virgen extra
5 g de anís en grano
La piel de 1/2 limón
Una pizca de sal
Aceite de oliva virgen extra para freír
Azúcar y canela para rebozar
Miel
PROCEDIMIENTO:
Ponemos en una sartén los el aceite y calentamos, añadimos la piel del limón y freímos hasta que se empiecen a dorar los bordes , lo retiramos del fuego y aprovechando el calor residual para poner el anís para que aromatice el aceite. Removemos bien, colamos y reservamos para más tarde.
En un bol mezclamos la harina, el vino y la sal.A continuación incorporamos el aceite y amasamos hasta que nuestra masa esté homogénea y sea fácil de trabajar con las manos.
Una vez lista la masa vamos haciendo pequeñas bolitas, después en una superficie lisa estiramos con un rodillo y las dejamos finitas.Esta masa no se pega por el aceite que lleva, por eso no necesitarás poner harina en tu superficie de trabajo, pero si quieres puedes poner un poquito de aceite extendido y así no tendrás problema.Una vez estirada la masa, unimos los dos extremos metiendo el dedo por el centro, poniendo un poco de agua y presionando bien la unión para que no se abran al freírlos.
Preparamos una sartén con abundante aceite y cuando esté caliente freímos nuestros pestiños por tandas. No poner demasiados para que la temperatura del aceite no baje demasiado. Una vez estén dorados por ambos lados sacamos y pasamos a un plato con papel absorbente, de esta manera evitaremos todo exceso de aceite. Después unos pocos los cubriremos con miel al gusto y el resto los rebozaremos con una mezcla de azúcar y canela.
Esperaremos a que se enfríen y ya podremos dar buena cuenta de ellos.
Nos han quedado buenísimos!!
