La familia de mi marido pertenece a un pueblo de Jaén que se llama Castellar. Como en todas las zonas tienen sus dulces típicos y hoy prepararemos uno de ellos del cual mi marido es fan, fan, los rosquillos de vino. Daremos mil gracias a su tía que fue quién nos facilitó la receta por qué realmente quedan espectaculares! Hojaldrados y dulces (pero no en exceso), un dulce de los de antes que os recomiendo probar.
INGREDIENTES:
Raspadura 1 limón
Una pizca de canela (1/2 cucharadita)
Dos vasos de aceite tostado frío
3/4 de vaso de vino blanco dulce
1/4 de vaso aguardiente (anís seco)
900gr de harina repostería
Azúcar blanquilla para rebozar
PROCEDIMIENTO:
Comenzaremos mezclando bien el aceite con el vino y el aguardiente.
Después le echaremos la raspadura de limón y la canela a la harina y lo mezclaremos bien.
Por último iremos echando la mezcla de la harina sobre la de aceite hasta que la masa esté manejable, no se pegue en las manos,esto lo haremos de manera tradicional, a mano.
Cogeremos pequeñas bolitas ya que nosotros queríamos roscos de bocado y le haremos un pequeño agujerito e iremos colocándolos sobre papel de horno que pondremos sobre la bandeja.
Los meteremos en horno precalentado a 180°c hasta tengan un poco de color, si los queremos mas doraditos pondremos 3-4 min sólo con calor arriba y sacaremos del horno.
Dejaremos templar lo justo para no quemarnos, rebozaremos en azúcar y listos!!
Ya podemos dar buena cuenta de ellos!!
Se conservaran muy bien si los guardamos en una caja metálica.