Nos gusta la repostería de ahora, la repostería creativa, los nuevos sabores… pero también que no se pierda lo tradicional, las recetas de siempre con ingredientes sencillos, esas recetas que nos transportan en el tiempo y cada vez que una receta de siempre cae en nuestras manos no dudamos en prepararlas y compartirla con vosotros. Hoy le toca a un postre (desayuno o merienda) típica leonesa que a más de uno le hará retroceder unos años y revivir tiernos momentos. Muy fácil, rica y de ingredientes sencillos que hará las delicias de más de uno.
INGREDIENTES:
6 Cucharadas de harina de trigo de todo uso.
1 huevo
1/2 cucharadita de levadura
1/3 cucharadita de bicarbonato.
1 vaso de agua a falta de un dedo, mitad leche entera, mitad agua.
Azúcar para espolvorear
Aceite de oliva para freír.
PROCEDIMIENTO:
Echaremos en un recipiente la harina y el huevo y removeremos con una cuchara de madera.
A continuación incorporaremos la levadura y bicarbonato y mezclaremos bien.
Ahora echaremos el vaso de leche y agua, removeremos hasta que no tengamos grumos (como cuesta bastante, le podemos pasar la batidora y estará listo enseguida).
Pondremos la sartén con el aceite a calentar, cuando humee iremos echando la masa con un hilo fino haciendo círculos de dentro a fuera (antiguamente se iba echando con un cazo de servir, yo utilicé una botellita de agua pequeña y se hace de maravilla y sin manchar).
Lo doraremos por ambos lados dándole la vuelta con mucho cuidado y cuando esté listo, lo sacamos al plato y espolvoreamos con azúcar.
